El Tiempo en Langreo

miércoles, 26 de octubre de 2011

Tormentas de Alta Montaña.El Viento,Riesgos y Experiencias Reales.

Por fin parece que el Otoño hace acto de presencia en la Península Ibérica. Bonita semana la que estamos teniendo en lo que a la meteorología se refiere, y lo mejor de todo es que es en toda España, no solo en el N. A lo que hay que añadir las primeras nevadas de cierta entidad en los sistemas montañosos, sobretodo en zonas de la Cordillera Cantábrica más Occidental y en Pirineos, pero sin librarse La Ibérica e incluso Sierra Nevada, con una escarcha muy guapa en las zonas altas.



Visualizando estos días las distintas webcams de alta montaña, así como los distintos fenómenos que han acontecido estos días, me vino a la memoria un pequeño libro que compré hace años en una tienda de deporte, en el que se trataba una temática muy interesante relacionada directamente con la meteo y que generalmente no se suele conocer mucho de ella, más que nada por lo peligroso de su experimentación insitu: Las Tormentas en la Alta Montaña. Se trata de un libro de Joaquín Colorado, un gran afincionado a la alta montaña en todas su expresiones, y por supuesto, de la meteorología que allí te acompaña. Una meteorología muy distinta a la que solemos tener en las ciudades, más que nada porque allí toda manifestación en forma de meteoro se magnifica, y toda influencia y control humano se vuelve mas irrelevante, por lo que perder la vida por este tipo de cuestiones se hace mucho más patente y hace que te des cuenta de la fragilidad del ser humano ante el poder de la naturaleza.

Obviamente, cuando pensé en escribir sobre lo que se relata en este libro, no pretendía relatar todo lo que en él acontece. Así que observando un poco su índice, y rememorando su lectura de hace unos años, decidí centrarme en el que creo que es el capítulo más interesante, y que más valioso puede resultaros: Los riesgos de los distintos meteoros en la alta montaña, así como relatos verídicos insitu de expertos montañeros que han sufrido diversos percances y que han podido sobrevivir para contarlo. Algunos de ellos son espeluznantes, y puedes sentir el miedo en tus carnes con solo leerlo. Son bastantes y todos muy interesantes, así que probablemente me llevará dos artículos el poder contároslos todos. Pero de verdad que os lo recomiendo.



Con esta imagen de una tormenta en la Cordillera Cantábrica un bonito y tranquilo día de Agosto del 2006, que empezó soleado y en menos de 1 hora descargó pedrisco de más de 1cm. Comienzo a relatar un poco los riesgos que el montañero puede tener cuando bien una tormenta, o bien cualquier tipo de fenómeno severo; lo caza por sorpresa en plena travesía.

En general, cuando una persona se encuentra en plena montaña, y observa la formación y acercamiento de una tormenta eléctrica a su posición, lo primero que le viene a la mente siempre es que se va a quedar frito con un rayo a la mínima, como no se oculte del radio de acción de la tempestad pronto. Pero si te paras a pensar, y sobretodo lees un poco sobre el tema antes de meterte en el mundo del montañismo, sabrás que es probabilísticamente equiparable que te toque el gordo de la primitiva a que te caiga un rayo, incluso sin ocultarte lo más mínimo.
Ojo, no por ello quiero restar importancia a la peligrosidad de este fenómeno. Tan solo quiero dar a entender a la gente joven e inexperta, que aún no conoce como funciona la naturaleza en la montaña; o incluso a aquella gente de ciudad, no acostumbrada a adentrarse en los capilares montañosos de una cordillera cualquiera; que antes de que el rayo te pueda hacer "cosquillas", existen un sinfín de riesgos a los que te ves expuesto sin darte cuenta, y que en conjunto suman muchas más defunciones en la montaña que las producidas directamente por descargas eléctricas.

El viento y sus riesgos


En general los riesgos en alta montaña derivados del viento suelen venir de la mano de la formación de tormentas.
Recordemos que la alimentación de los Cumulonimbos que conforman las tormentas viene de la mano de fuertes corrientes de viento ascendente que son las que proporcionan humedad y energía a la tormenta, y que se toman de las regiones colindantes del propio núcleo más activo de la misma, por lo que los riegos que generan los vientos de origen convectivo ya se pueden llegar a experimentar mucho antes de que la fuerza de la tormenta se desate en forma de lluvia o truenos, así que precaución. Obviamente, una vez que tienes la tormenta encima, los vientos se ven notablemente acrecentados por la inestabilidad de las masas de aire en esa zona, y por las corrientes violentas de aire que se producen como consecuencia del contraste entre la masa cálida y húmeda de alimentación y la fría y seca descendente en el núcleo de la tormenta, con lo que las precauciones se deben elevar mucho, siempre sin descuidar el periodo predecesor de la tempestad.
Pero no siempre viene de la mano de tormentas, y sino fijaros en este mapa:


Este día, que se correspondió con la famosa ciclogénesis explosiva Klauss, en la Cordillera Cantábrica se llegaron a medir rachas de viento de más de 160km/h, y puedo casi asegurar que en Picos de Europa se sobrepasaron los 200km/h puntualmente en zonas expuestas...


Ni que decir tiene que este tipo de dias no es recomendable ni tan siquiera salir de casa, como para irte a la montaña. Esta borrasca sucedió en Enero del 2009, pero no es imprescindible tener este tipo de situaciones ciclónicas para que tengamos problemas con el viento. Cualquier tipo de borrasca puede generar vientos fuertes en un momento determinado...

 

Pero la pregunta es: ¿De qué tenemos que tener cuidado en estas situaciones?. Muy fácil e intuitivo:
  • Caida de árboles, ramas e incluso rocas si te encuentras en una zona con facilidad de desprendimientos.
  • Pérdida de elementos del equipo que pueden ser sumamente importantes para posteriores percances( sobretodo ojo con las prendas de abrigo e impermeables sin las cuales la muerte por hipotermia, incluso en verano; puede aparecer sin previo aviso).
  •  Pérdida del equilibrio en las zonas expuestas o en pasos de montaña peligrosos en los que una caida puede implicar la muerte. Especial atención en las gargantas, estrechamientos, collados y cumbres, donde el viento suele adquirir las rachas máximas.
  • Impedimento o corte de las comunicaciones con el resto de los miembros del grupo con el que te desplazas. Aunque parezca una tontería, cuando te encuentras en pasos complicados, o simplemente en un sendero cualquiera, la comunicación entre los miembros de la expedición es fundamental ante cualquier imprevisto en el camino o incluso cambio de ruta. 
Fijaros lo que el fuerte viento, en convinación con nieve o lluvia puede llegar a provocar en lo que en un principio era una travesía preciosa por el Pirineo Catalán:

Última semana de Diciembre del 2000. Un fuerte temporal afecta al Pirineo Catalán causando la muerte a 8 montañeros. Luis, uno de los supervivientes de aquella semana dantesca, describe así aquellos momentos duros en los que, junto a otra cordada, luchó y estuvo apunto de perder su vida.


Aquí tenemos los mapas sinópticos que detallan en un mapa lo que les pasó por encima a los montañeros y que realzan un poco lo la experiencia que vamos a relatar a continuación:

(Una recomendación, mientras leéis el relato, poner de fondo la música que contiene el video que os pongo al final del artículo, os ayudará a crear la atmósfera adecuada)

" Aproximadamente a las 11:00 de la mañana habíamos concluido la aproximación y estábamos al pie del corredor, y pese a que ya era bastante tarde, el cielo estaba tapado con nubes altas y el día era frío, lo que daba unas condiciones óptimas a la nieve, sin peligro de que el calor la pudiera reblandecer...Llegamos a eso de las 13:00 horas a la cresta que separa los dos Gra de Fajol




En la cual soplaba un viento entre flojo y moderado, más que habitual en esta zona del Pirineo...Fuimos cresteando hasta llegar al segundo pico, en donde nos encontramos con una pareja a la que no conocíamos...Eran las 14:00 horas y el tiempo de repente empezó a cambiar a peor. Primero quedamos envueltos en algo que no sabría si decir que era niebla o una nube que no sabíamos de donde había llegado. Pero el caso es que no se veía nada a apenas 10 metros. Vi los hitos que señalaban el camino de bajada al Coll de la Marrana 






y empezamos a seguirlos, pero en menos de 5 minutos  dejamos de verlos y aproximadamente a las 14:15 horas empezó el infierno: Comenzó a soplar un viento gélido que más tarde se dijo que alcanzó los 160km/h y que en mis 15 años de experiencia de montaña invernal jamas había visto, seguramente comparable al temible <<viento blanco>> de los Andes. El caso es que nos derribaba, incluso una vez en el suelo seguía arrastrándonos , hasta tal punto que cuando estábamos en el suelo teníamos que abrazarnos los cuatro para impedir que siguiera haciéndolo, por lo cual, en una de esas ocasiones - yo supongo que fue entonces - me golpeé con una piedra y me fracturé el hueso sacro. En esos momentos de caos y confusión, íbamos descendiendo en grupos de dos. Y fue en una de esas ocasiones, cuando la pareja estaba a unos 15 metros de nosotros aproximadamente y yo me disponía a dirigirme hacia ellos, al intentar ponerme a 4 patas el viento me levantó del suelo y me arrojó hacia donde estaban Marc y Marta, a los que pude acabar de llegar arrastrándome en la nieve. le tocaba el turno a Enric, pero ya no pudo llegar hasta nosotros. Estábamos a unos 15 metros de distancia, separados por una redondeada cresta, y el decidió perder un poco de altura hacia el lado opuesto al nuestro, buscando así un poco de abrigo del viento. No sé cuanto tiempo pasó mientras nosotros tres estábamos abrazados en el suelo, luchando para que el viento no nos desperdigara, hasta que intuí que Marc me decía que me encordara a ellos. Me pasé la cuerda por un mosquetón que colgaba del portamaterial de mi arnés que aún llevaba puesto porque me vi incapaz de manipular la cuerda para hacer un nudo y encordarme correctamente, ya que tenía la mano derecha bastante rígida. Cuando ya hube acabado le hice unas señas a Marc y éste, como en un ataque de rabia, se levantó y empezó a descender tirando de la cuerda a la que estábamos atados Marta y yo. Nos levantamos como pudimos, caíamos, lo volvíamos a hacer, y así poco a poco fuimos perdiendo altitud, hasta llegar a un valle en el que el viento seguía soplando, pero sin castigarnos con tanta violencia como lo hacía en la cumbre. Se trataba del valle de Coma de Vaca. 




Acababa de perder a mi compañero Enric, pero tenía la esperanza de llegar al refugio en el que sabía que encontraría un interfono conectado en línea directa con los bomberos de la Generalitat, y allí poder dar la alerta. Se trataba de bajar todo lo rápido posible, pero no era fácil. La nieve nos llegaba a las rodillas, y el viento se mantenía fuerte haciéndonos llorar los ojos, unas lágrimas que  se helaban provocando que los párpados se pegaran entre ellos. Por si fuera poco, la nieve que levantaba el viento y la que caía de las cumbres reducían notablemente la visibilidad. por suerte, encontramos el río y solo era cuestión de seguir su curso poco a poco. Penosamente y como pudimos, fuimos descendiendo por el valle con la esperanza de encontrar el refugio, pero poco a poco se iba haciendo de noche, hasta que la oscuridad nos envolvió del todo. y cuando nuestras esperanzas comenzaban a derrumbarse del todo y nuestras fuerzas se iban apagando definitivamente, Marc vio un destello de luz, como un flash. Tenía que ser el refugio, y había gente. Y efectivamente, al cabo de unos 20 minutos, y a las 20:15 de la tarde, nos encontramos en el refugio de Coma de Vaca. 




Allí había 4 montañeros que estaban pasando esos días de fiesta de fin de año y que quedaron atónitos cuando nos vieron aparecer a los tres exhaustos, cubiertos de nieve, con principios de congelación en la cara y aún encordados. pero la mayor sorpresa nos la llevamos nosotros cuando al hacer uso del interfono de emergencia, comprobamos que no funcionaba. Nos quedaba una larga noche de angustia por delante, sufriendo por la suerte de mi compañero a merced de la tempestad y sin poder dar el aviso de alerta  e indicar más o menos su ubicación.
Por otro lado, mi compañero Enric, al quedar separado de nosotros tres, buscó abrigo por la vertiente opuesta a la nuestra. Viendo que se le echaba la noche encima, ante la imposibilidad de descender y creyendo que yo llegaría al refugio y daría la alerta, decidió hacer un agujero en la nieve, en el que puso las cuerdas, se echó sobre ellas y se tapó con una manta de salvamento, hasta que el viento le volteó por los aires el invento y no tuvo más remedio que andar, intentando por todos los medios perder altura. caminaba unos metros, se caía, se volvía a levantar, pero sabía que si quería sobrevivir, tendría que seguir andando y no tirar la toalla. Así se mantuvo hasta las 15:00 horas del mediodía del 31 de Diciembre, el día siguiente, cuando fue encontrado por los grupos de rescate con graves síntomas de hipotermia, deshidratación y con congelaciones en pies y manos, de las que afortunadamente ya se ha recuperado.


Pone los pelos de punta lo mal que lo puede pasar una persona, la fuerza mental y física que hay que tener para poder salir de estos atolladeros y lo cruel que puede llegar a ser la naturaleza en algunos momentos, aplicada esta vez en la meteorología. Muchas veces que se sigo como aficionado las entradas invernales, los temporales y demás fenomenología meteorológica desde casa, me da por pensar en como estará en tal sitio, en tal otro, en Picos, en el Aneto...Lo bien que está uno en casa calentito y lo tremendo de las condiciones que se deben de tener en esos lugares en ese mismo instante, y da mucho que pensar, la verdad.

Así que nada más por el momento, en la próxima semana me centraré en las precipitaciones y sus riesgos y os relataré una nueva experiencia con la que poder aprender lo que es la meteo de montaña. Ahh, y se me olvidaba, siempre que salgáis a la montaña, aunque sea a dar un paseo de 1 hora, aunque sea de un pueblo a otro, SIEMPRE que camineis sobre suelo montañoso, miraros las previsiones por favor. Puede salvarte la vida.



Saludos Meteoloc@s

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